En este artículo ya estudiamos cual es el régimen de visitas normal que se suele establecer cuando los padres se separan o se divorcian En aquel artículo hablamos de cuando los hijos ya tiene una edad considerable;
En este artículo nos vamos a ocupar del régimen de visitas cuando los hijos son lactantes o son muy pequeños. Todo ellos claro está si los padres no se ponen de acuerdo y no firman un régimen de visitas de mutuo acuerdo, deberá de decidirlo un Juez. Vamos a estudiar en este asunto lo que los Jueces en España están diciendo sobre el régimen de visitas de hijos lactantes o de corta edad.
Son considerados hijos de corta edad los niños lactantes y los menores de hasta tres años. En cualquier caso, la determinación de tres años no es un criterio uniforme, ya que según los juzgados encontraremos un criterio más o menos restrictivo acerca de la edad con la que poder acordar un régimen de visitas normalizado incluyendo la pernocta del menor con el progenitor no custodio.
Los hijos lactantes debido a la dependencia de la figura materna, hablando en el aspecto nutricional y psicológico, hacen que desde un primer momento se excluya que vaya a dormir fuera de la casa de la madre, es decir en casa del padre, ya que se considera que una separación del niño con la madre puede ser muy perjudicial. Si bien este es el criterio que tienen la mayoría de los jueces puede ser que cualquier otro juez no siga este criterio ni mucho menos y que se piense que no es una condición esencial que duerma al lado de la madre por el mero hecho de la alimentación.
Aunque se adopte esta primera circunstancia de no dormir fuera de la casa de la madre, debemos de decir que esto no impide para que el padre tenga un régimen de visitas muy amplio para que el bebe se familiarice con el padre, y no pierda la esencia que como padre tiene. En estos casos lo que se suele hacer para que no pierda el contacto con el padre o la madre es tener un régimen de visitas más veces en el día o en la semana pero más corta de tiempo. En vez de por ejemplo un día entre semana, verlos todos los días una hora o dos horas.
Cuando los hijos superan los tres años de edad, normalmente se suele permitir que el hijo ya pernocte los fines de semana con el padre; Este cambio se puede hacer de forma progresiva o automáticamente, según el juez.