Cultura empresarial
Aun cuando la formación de empleados y directivos no es uno de los elementos expresamente establecidos por el Código penal, constituyen otro de los pilares fundamentales de los modelos de prevención de riesgos penales.
La finalidad es que todos los empleados y directivos de la organización:
- Comprendan que la empresa es susceptible de incurrir en responsabilidad penal como consecuencia de su actuación, con independencia del cargo o categoría profesional que ostenten.
- Sean capaces de identificar los riesgos penales en que hipotéticamente pudiesen incurrir, dolosa o imprudentemente, como consecuencia de su actuación profesional y con independencia del cargo o categoría profesional que ostenten.
- Conozcan los principios generales de comportamiento que han de cumplir en su actividad para evitar la comisión de cada hipotético riesgo penal.
- Conozcan el entorno de cumplimiento de la organización que permite mitigar los riesgos penales hipotéticos.
- Sepan cómo actuar y a quién dirigirse en caso de detectar indicios de la comisión de un delito o de infracción de los principios generales de comportamiento.
De este modo, el plan de formación a los empleados será el mecanismo a través del cual poder advertir a todos ellos de las consecuencias de cualquier delito que pueda ser cometido por ellos, tanto hacía sus propios intereses, como hacia los de la empresa para la que trabajan. Se trata, en definitiva, de la extensión de esa cultura de cumplimiento a través de los adecuados
canales de comunicación de la compañía.
La formación exige la realización de cursos, que pueden ser tanto presenciales como virtuales. Es muy importante que la empresa mantenga un registro de acciones formativas que permita comprobar que se cumplen los objetivos de formación marcados por la Comisión de Auditoría o por la Dirección de Cumplimiento. Para facilitar la comprensión de los textos normativos del programa es conveniente elaborar materiales didácticos, que expliquen de forma clara los principios y normas que guían la actividad de la compañía. Un material que, por ejemplo: puede
resultar especialmente útil es un libro didáctico o libro informativo que resuma por medio de ejemplos y explicaciones sencillas las normas de conducta más importantes en cada área de riesgo y los procedimientos internos que deben garantizar la aplicación efectiva del programa.
Todos los empleados deben conocerlo
Para conseguir que los empleados conozcan debidamente el programa de cumplimiento es necesario dar a éste la necesaria publicidad. Por ello, es conveniente que los documentos que componen el programa figuren publicados en la intranet de la compañía e, incluso, en el caso de los documentos más importantes, en la web corporativa (a esta cuestión nos referimos en un apartado posterior). Puede ser útil también realizar campañas informativas enviando correos electrónicos corporativos a los empleados de la empresa, especialmente cuando se
produzcan modificaciones significativas en el programa.